La bioética
es la rama de la ética que se dedica a proveer los principios para la correcta
conducta humana respecto a la vida, tanto de la vida humana como de la vida no
humana (animal y vegetal), así como al ambiente en el que pueden darse
condiciones aceptables para la vida.
En su sentido más amplio, la bioética no se
limita al ámbito médico, sino que incluye todos los problemas éticos que tienen
que ver con la vida en general, extendiendo de esta manera su campo a
cuestiones relacionadas con el medio ambiente y al trato debido a los animales.
Principios fundamentales de la
bioética
En 1979, los
bioeticistas T. L. Beauchamp y J. F. Childress definieron los cuatro
principios de la bioética: autonomía,
no maleficencia, beneficencia y justicia.
Principio de autonomía
La autonomía expresa la capacidad para darse normas
o reglas a uno mismo sin influencia de presiones externas o internas.
Principio de beneficencia
Obligación de actuar en beneficio de otros,
promoviendo sus legítimos intereses y suprimiendo prejuicios.
Principio de no maleficencia
Abstenerse intencionadamente de realizar acciones
que puedan causar daño o perjudicar a otros.
Principio de justicia
Tratar a cada uno como corresponda, con la
finalidad de disminuir las situaciones de desigualdad (ideológica, social,
cultural, económica, etc.). En nuestra sociedad, aunque en el ámbito sanitario
la igualdad entre todos los hombres es sólo una aspiración, se pretende que
todos sean menos desiguales.
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